Emociones y bienestar

Todas las personas estamos llenas de emociones. Sólo necesitamos dejarlas sentir. No es fácil. Escucharnos, escucharse a uno mismo es una tarea muy difícil, pero no imposible.

Sólo cuando uno es capaz de conocerse a sí mismo, reconocer sus emociones, identificarlas y saber gestionar, solamente así, podremos convertirnos en un buen ejemplo y un buen líder para los demás.

Como maestra de Educación Infantil que soy, llevo muchos años adentrada en el maravilloso mundo de las emociones. Ellas, me han permitido entenderme más y mejor y poder entender mucho mejor a mis alumnos y las familias.

Debemos educar a los niños fuertes internamente. Así como también, educar en la frustración y en el saber perder. Y aquí, me gustaría relacionar el trabajo de un buen líder o entrenador, en su camino de acompañamiento a los jugadores de hockey patines y de cualquier otro deporte.

Nos encontramos ante una sociedad muy competitiva. Nos educan desde pequeños que tenemos que ser los mejores en todo. No nos podemos permitir el lujo de equivocarnos. Y no vemos las equivocaciones como oportunidades para mejorar, no … vemos, más bien, los errores como fracasos, y esto, debe empezar a cambiar. Debemos desaprender para volver a aprender.

“Sino eres el mejor, no tendrás éxito “. ¿Cuántas veces habréis oído esta frase? Ser el mejor no significa ganar siempre y conseguir siempre lo que uno quiere. Para mí, una persona tiene éxito cuando es capaz de hablar desde la calma, desde el mayor respeto, y cuando es capaz de saber gestionar sus emociones para poder entender mucho mejor a las personas, a sus emociones y sus comportamientos , y sobre todo, el éxito también es alegrarse por que a los otros les va todo bien.

Os citaré una frase que me gusta mucho: “Me encanta ver a otras personas felices y tener éxito. La vida es un viaje, no una competición ”. (Pilar Morey Bulbena)

Un buen maestro, al igual que un buen entrenador o cualquier líder que acompaña a personas en un camino, ya sea la escuela, en un deporte, en una formación … etc …, debe saber motivar a sus jugadores, tiene que conseguir sacar el mejor de ellos, pero también y muy importante, debe prepararlos para el fracaso. Y aquí, entraría el tema de la frustración. Punto muy importante a trabajar.

Detrás de la frustración encontramos las siguientes emociones: rabia, orgullo, rencor, odio, envidia, celos, miedos … que si conseguimos transformarlas en emociones más positivas, nos ayudarían mucho a vivir mejor y obtener un bienestar emocional más rico.

Un buen entrenador debe enseñar a ganar pero también a perder. Ganar y perder. Una batalla constante que como maestra observo cada día con mis alumnos. ¡Enseñémosles a perder …! Perder no siempre resta, perder suma, pero tenemos unos patrones muy marcados que nos hacen ver lo contrario. En la vida, como en el hockey, no siempre se ganan todos los partidos, y hay muchas situaciones donde quieres ganar y pierdes, y si tienes trabajada mucho la frustración, estas situaciones te ayudan a ver la parte positiva y el gran aprendizaje que hay detrás.

Tener una buena gestión emocional como base de la personalidad de una persona, es fundamental para el bienestar. Es muy importante lo fuerte emocionalmente que está un entrenador o maestro. Por este motivo, creo que es muy beneficioso para los jugadores, que su entrenador tenga un buen equilibrio emocional, así como también, que los jugadores, tengan unas bases emocionales buenas. Trabajo que se hace en las escuelas y también se debe hacer en el ámbito familiar. Debemos conceder más importancia a lo que sienten los niños y niñas. Haga preguntas, abrazadlos, remarcad las cosas positivas que tienen … a menudo, nos basamos en la queja, y no nos deja ver que todos estamos llenos de virtudes y cosas muy, muy bonitas

Un buen entrenador debe ser un buen observador, debe saber leer la comunicación no verbal de los jugadores, a veces, no todo se dice con palabras, los gestos también nos dan mucha información de las personas. Saber comunicar con mucho respeto y cuidado lo que se quiere transmitir. Dar un lugar a cada jugador en su corazón. Sólo desde el corazón salen las mejores palabras, los mejores gestos, los mejores consejos … etc. Escuchar y observar son claves en este proceso .Detrás del deporte del hockey patines hay unos grandes valores que se trabajan: el esfuerzo, el trabajo en equipo, la responsabilidad, la confianza hacia uno mismo y hacia los demás , la flexibilidad, la tolerancia, la constancia, el autocontrol de las emociones: rabia, tristeza, alegría … etc.

Personalmente, he tenido la suerte de tener un jugador de hockey patines muy cerca de mí, mi Compañero de vida, el Joan Feixas. Con él, habíamos tenido largas conversaciones después de terminar un partido. Como cambia el estado de ánimo si se gana o se pierde, cómo trabajar la frustración … Y eso, para mí, es un reto que desde la escuela intento inculcar a mis alumnos.

También me gustaría hablar del papel que juegan las familias. A menudo los padres quieren lo mejor para sus hijos, pero se olvidan de lo más importante. Que sean felices. Y a veces, se les pone unas presiones muy altas para que lleguen o alcancen propósitos que como padres nunca llegaron a alcanzar. No se puede rellenar los vacíos como padres “utilizando” a los hijos.

Me encanta repetirme a mí misma y a los demás: “A veces se gana, a veces se pierde, pero siempre, siempre, siempre, se aprende”.

Todo tiene su momento. Nos encontramos en una cultura del “YO YA”, de la inmediatez, lo queremos todo enseguida, sin valorar que a veces, necesitamos un poco más de esfuerzo y confianza para lograr nuestros sueños. Nos perdemos muchas cosas pensando en el pasado y si nos equivocamos o no, nos volvemos ansiosos por un futuro que no sabemos y nos perdemos lo más importante, el presente, el aquí y el ahora, que es el momento más valioso que tenemos.

 

Imma Gómez Martínez

Maestra de Educación Infantil

25 febrero, 2019

2comentarios en "Emociones y bienestar"

  1. Muy acertado. Espero que nos haga pensar a muchos y cambiar nuestra manera de educar para formar nuevas generaciones que vuelvan a tener presente el esfuerzo como motor y aliciente para conseguir algo, que no sea dado todo por papá y mamá.

    • Gracias por tu comentario. Totalmente de acuerdo. Nuestro mejor legado debe ser una buena transmisión de valores y una buena educación. Cada uno debemos aportar nuestro granito de arena en ello ,para que las futuras generaciones sean siempre mejores. Desde nuestro blog continuaremos contribuyendo a la causa con nuestros artículos.
      Ferran lópez

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